21.8.13

SABIDURÍA ANCESTRAL CONTRA EL MIEDO

“Una tarde Milarepa volvió a su cueva tras recoger leña, la encontró llena de demonios. Estaban cocinando su comida, leyendo sus libros, durmiendo en su cama. Se habían apropiado del antro. El sabía de la no dualidad del yo y el otro, pero no sabía muy bien como deshacerse de esos tipos. Por mucho que intuía que eran solo una proyección de su propia mente… de todo aquello que no le gustaba de sí mismo…, no sabía cómo librarse de ellos.
Entonces, en primer lugar, les enseñó el Dharma. Se sentó en un asiento que estaba más alto que ellos y les explicó cómo todos somos uno. Habló sobre la compasión y la Shúnyata y de que el veneno es la medicina. No pasó nada; los demonios siguieron donde estaban. Después perdió la paciencia, se enfadó y los persiguió. Los demonios no hicieron más que reírse de él. Finalmente se dió por vencido, así que se sentó en el suelo, diciendo: “Yo no me marcho y me parece que vosotros tampoco, de modo que vivamos todos juntos”.
En ese momento, todos se fueron excepto uno. Milarepa se dijo: “¡Oh!. Este es especialmente maligno”. (Todos sabemos quién es ese. A veces tenemos muchos como él. A veces creemos que es lo único que tenemos). Milarepa no sabía qué hacer, así que se entregó todavía más. Se acercó al demonio y se metió en su boca diciendo. “Cómeme si quieres”. Entonces ese demonio también se marchó. La moraleja de la historia es que cuando desparece la resistencia, desaparecen los demonios”.
Del libro “Empieza Donde Estás”

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