25.4.13

CURSO DE KINESIOLOGIA PARA FISIOTERAPEUTAS

En Mayo imparto curso de kinesiologia para fisios junto con Monica Blazquez. Si os interesa pinchad el enlace


http://www.iaces.es/index.php/cursosypostgrados/sede-madrid/333-kinesiologia-aplicada-para-fisioterapeutas

21.4.13

EL GPS DE NUESTRO CEREBRO


Nuestra posición en el espacio (en el salón de casa, por ejemplo, o en una pista de tenis) está representada en una especie de mapa interioren el hipocampo cerebral, formado por grupos de neuronas llamadascélulas de lugar. Los neurocientíficos Brad Pfeiffer y David Foster, de la facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, revelan ahora usando ratas de laboratorio que el plan de seguir cierto trayecto (del baño a la cocina, digamos, o de casa al trabajo) consiste en la activación secuencial de las células de lugar que representan el trayecto en ese mapa interior. Como las notas de una melodía, solo que en el espacio.
El hipocampo es una estructura situada en el centro del cerebro, y debe el nombre a su vago parecido con un caballito de mar (hipocampo en latín). Tiene un papel esencial en la formación de memorias, y también en su recolección de la base de datos, aunque por mecanismos que todavía no se comprenden en profundidad. Pfeiffer y Foster presentan su trabajo en el artículo principal de la revista Nature.
La teoría de que el cerebro de los mamíferos contiene un mapa interior que representa la posición del individuo en el espacio es cualquier cosa menos nueva: fue propuesta en los años cuarenta por el psicólogo Edgard Tolman, de la Universidad de California en Berkeley. Tampoco es nueva la hipótesis de que ese mapa está relacionado con el hipocampo cerebral, que ya fue avanzada en los años setenta.
Pero el trabajo de los dos neurocientíficos de Baltimore va mucho más allá de esas intuiciones pioneras. Su diseño experimental, usando ratas como un sistema modelo del hipocampo humano, les ha permitido por primera vez registrar la actividad de 250 células de lugarsimultáneamente y de forma continua –con una resolución temporal cercana a los 20 milisegundos— mientras la rata está resolviendo problemas equiparables a los de un taxista, como decidir la mejor forma de volver a casa tras haber estado explorando su laberíntico entorno en busca de comida.
Las ratas y los humanos usamos el mismo tipo de navegador para esto, pero las técnicas para obtener imágenes del cerebro humano en funcionamiento, como la resonancia magnética, están muy lejos de la precisión requerida para un estudio de esta clase. Solo la implantación de paneles de electrodos puede recabar toda esa información de las neuronas individuales que están haciendo el trabajo en ese momento.
Los investigadores han podido averiguar así que, justo cuando la rata está decidiendo qué camino tomar para volver a casa, las neuronas de lugar del hipocampo se disparan en una secuencia que representa los puntos sucesivos de la trayectoria que después –en efecto— seguirá.
No se trata de una trayectoria recordada, porque lo anterior es verdad incluso cuando el animal no ha tomado nunca ese camino. Se trata de una verdadera hoja de ruta, análoga a la que el GPS del coche ofrece al conductor atribulado: vaya hasta aquella glorieta, luego tome hacia la izquierda y demás. Una verdadera simulación mental de lo que ocurrirá después.
El hipocampo no está solo implicado en los mapas espaciales, sino también en otros tipos de memoria. ¿Es posible, entonces, que las secuencias de activación neuronal que han descubierto Pfeiffer y Foster funcionen también cuando recordamos una melodía o pronunciamos una frase?
“Es muy posible”, responde Foster a EL PAÍS. “Otros investigadores como Howard Eichenbaum, de la Universidad de Boston, han mostrado que las células de lugar no solo responden a la posición en el espacio, sino también en otras situaciones. De modo que el hipocampo puede ofrecer un juego de neuronas de uso general capaces de responder de distintas formas a diferentes situaciones”.
“Nuestro trabajo muestra que estas células se activan en secuencias”, prosigue el neurocientífico de Baltimore, “lo que puede reflejar una especie de proceso de resolución de problemas, y también un proceso de memoria, en el que pueden basarse otras habilidades cognitivas además de la navegación espacial; hay trabajos, de hecho, que implican al hipocampo humano en el lenguaje”.
La próxima vez que salga de casa, no olvide su GPS cerebral.

11.4.13

CURSO DE REIKI 1 EL DIA 20

Hola a todos, el proximo día 20 de abril impartire un curso de reiki 1 en Madrid.
Si estais interesados poneos en contacto conmigo.

¿SABES QUE HUELES CON EL CORAZON?


Las células de la sangre, el corazón y los pulmones también tienen receptores de olor
Científicos han encontrado que el corazón, la sangre, los pulmones, así como otras células del cuerpo tienen los mismos receptores para la detección de los olores que existen en la nariz. Con la presentación de este hallazgo en la Exposición Nacional de la Sociedad Americana de Química, se abre la puerta a la pregunta acerca de si el corazón, por ejemplo, "huele" la copa recién preparada de café o el pan de canela.
Peter Schieberle, autoridad internacional en química y tecnología de alimentos, explicó que los científicos pensaban que la nariz tenía un monopolio sobre los receptores olfativos. Los receptores olfativos son puertos para acoplar los compuestos químicos transportados por el aire responsables del olor de los alimentos y otras sustancias, por lo que la conexión de las moléculas con los receptores provoca una cadena de eventos bioquímicos que se registran en el cerebro como los olores específicos.
"Nuestro equipo descubrió recientemente que las células de la sangre, no sólo las células en la nariz, tienen receptores de olor --dijo Schieberle--. En la nariz, estas sustancias denominadas receptores sensoriales captan los olores y los traducen en un aroma que nosotros interpretamos como agradable o no agradable en el cerebro".
"Pero es sorprendente que cada vez hay más evidencia de que también el corazón, los pulmones y muchos otros órganos no olfativos tienen estos receptores. Cuando se come un alimento, sus componentes se mueven desde el estómago a la sangre. Pero ¿significa esto que, por ejemplo, el corazón huele la carne que acaba de comer? No sabemos responder a esa pregunta".
Su equipo ha descubierto recientemente que las células primarias de sangre aisladas de muestras de sangre humana son atraídas a las moléculas odorantes responsables de producir un aroma determinado. Schieberle describe un experimento en el que los científicos ponen un compuesto odorante atrayente en un lado de una partición de múltiples pocillos, y células de la sangre en el otro lado y que las células sanguíneas se movieron hacia el olor.
"Una vez que los componentes de olor están dentro del cuerpo, sin embargo, no está claro si funcionan de la misma manera como lo hacen en la nariz", afirmó. El equipo de investigadores de Schieberle con colegas de la Universidad Politécnica de Munich en un campo denominado 'sensonics' intentaron comprender mejor por qué los alimentos se saborean, sienten y huelen como apetitosos o poco apetitosos.
Con instrumentos de laboratorio para seleccionar los componentes químicos, pusieron juntos los componentes en diferentes combinaciones
y dieron estas versiones a humanos catadores que evalúan los alimentos. De este modo, descubrieron que, aunque el café contiene 1.000 componentes de olor potenciales, realmente sólo 25 interactúan con un receptor de olor en la nariz y se olían.
"Los receptores sensoriales ayudan a detectar los sabores y aromas en la boca y la nariz --dijo Schieberle--. Estos receptores, que se llaman G-receptores acoplados a proteínas, traducen estas sensaciones en una percepción en el cerebro que nos dice acerca de las cualidades de un alimento". Del total de alrededor de 1.000 receptores en el cuerpo humano, cerca de 800 de estos son G-receptores acoplados a proteínas y la mitad de ellos traducen los aromas, pero sólo existen 27 receptores del gusto existe.

7.4.13

NOBEL DE MEDICINA DENUNCIA


El ganador del Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts denuncia la forma en la que operan las grandes farmacéuticas dentro del sistema capitalista, anteponiendo los beneficios económicos a la salud y deteniendo el avance científico en la cura de enfermedades porque curar no es tan rentable como la cronicidad.
Las grandes compañías farmacéuticas en Estados Unidos gastan cientos de millones de dólares al año pagando a doctores para que éstos promuevan sus medicamentos:
Grandes compañías (o mafias) farmacéuticas pagaron 281 millones de dólares en el 2009 a doctores; 384 doctores recibieron más de 100 mil dólares para que promovieran medicamentos en Estados Unidos
La gente de ProPublica ha hecho un excelente trabajo dando a conocer información sobre los pagos de 281 millones de dólares que hicieron grandes compañías farmacéuticas a doctores en el 2009 y en algunos casos en el 2010 para que estos promovieran sus medicamentos.
Las cifras sólo incluyen información revelada por siete de las más grandes farmacéuticas en proceso de cumplir con la ley de transparencia Physician Payments Sunshine Act que obligará desde el 2013 a todas las compañías a revelar los pagos que hacen a los doctores en Estados Unidos.
En la base de datos de ProPublica se pueden consultar los nombres de los 384 doctores que recibieron más de 100 dólares de compañías farmaceúticas, en un claro conflicto de interés que trafica a fin de cuentas con la salud, la vida y la muerte.
Pagar a doctores para que promuevan sus medicamentos (o dicten favorables conferencias) no es ilegal pero es ciertamente cuestionable desde el punto de vista ético. A la hora de decidir qué medicamento recetar o qué procedimiento seguir los doctores pueden estar siendo influenciados por estas grandes compañías. Y si se toma en cuenta el hecho de que muchas de estas sustancias están diseñadas sólo para tratar síntomas pero no para curar (como sostienete el video al final de esta nota) para así mantener el negocio, este compromiso ético en el que los doctores son puestos es alarmante. (estas compañías son todas trasnacionale spor lo cual seguramente está pasando en tu país). Los pagos nos muestran que el Big Pharma es una mafia global cuyo máximo negocio no es curar a las personas sino mantenerlas enfermas para que sigan comprando medicinas como si fueran grandes cárteles de drogas (aunque pensándolo bien justamente es lo que son).
Las compañías que más gastaron fueron AstraZeneca, Cephalon, GlaxoSmithKline, Eli Lilly, Johnson & Johnson, Merck and Pfizer. Entre estas compañías vendieron el 36% de los más 300 mil millones de dólares en medicamentos prescriptos que la industria generó en Estados Unidos en el 2009. El Lilly, la que más pago a doctores, en algunos caso hizo pagos repetidos al mismo doctor modificando las iniciales del nombre de dicho doctor 

4.4.13

EL EFECTO NOCEBO


Del autocar bajaron ocho ancianos. Solían ir siempre arropados por sus familiares, pero esta vez no. Las pesadas maletas las tuvieron que acarrear ellos hasta las habitaciones de aquella apartada casa en medio del campo. Cuando entraron, en la televisión y en la radio daban noticias de 1959. Todos los libros habían sido editados antes de ese año. Y la decoración también remitía a esa época. Esos hombres, de entre setenta y muchos y ochenta y pocos, empezaron a hablar como si realmente estuvieran en esos días. Esto ocurrió en 1979, así que habían viajado 20 años atrás.
Ese viaje en el tiempo en realidad fue una investigación que realizó Ellen J. Langer, profesora de psicología en Harvard. Su objetivo fue comprobar si el hecho de “atrasar el reloj” podía rejuvenecer realmente a esas personas. A esos hombres se les evaluaron diferentes parámetros de salud antes y después de su “estancia” en 1959. Los resultados fueron espectaculares. Experimentaron mejoras en la audición, la memoria, la agilidad, el apetito y en su bienestar general.
Semanas atrás, una mujer de unos 35 años me contaba su vía crucis. Hacía meses que sufría una extraña dermatitis en las manos. El peregrinaje por especialistas no la había ayudado. Su infierno ardía por varios frentes. En el trabajo sufría un claro mobbing de su nuevo jefe, con el que había mantenido una relación tormentosa. Cuando llevaba varias semanas sin trabajar su dermatitis remitía, pero al volver se reactivaba. Lo que más me impactó de la historia fue su pregunta final: “¿Puede ser psicológico?”. Su interrogante me retumbó porque creo que no es necesario ser psicólogo para deducir que su dermatitis tenía un componente claramente emocional y sin embargo ella no lo veía.
Todavía hoy diferenciamos entre la mente y el cuerpo. Como si la mente estuviera fuera del cuerpo. La resonancia magnética nos permite ver el funcionamiento del cerebro. Podemos observar cómo diferentes pensamientos activan distintas partes del mismo. El pensamiento afecta también al sistema hormonal y al inmunológico. Multitud de investigaciones lo demuestran, pero no hace falta irnos a la ciencia. Todos lo experimentamos cada día. No existen enfermedades psicosomáticas, todas lo son. Alguien podría argumentar que algunas no lo son porque están causadas por virus o bacterias, pero incluso en estos casos nuestros pensamientos juegan un papel clave. Si estamos estresados, nuestras defensas bajan y somos más propensos a infectarnos.
Lo más espectacular no es que los pensamientos afecten al cuerpo, sino la precisión con que lo hacen. Esto es, el organismo responde exactamente a la idea que genera el cerebro. Si un pensamiento es: “Estas pastillas me van a quitar la tos”, dejamos de expectorar. El cuerpo reacciona al contenido de cada creencia. A este fenómeno se le denomina efecto placebo.
El efecto nocebo se refiere a las creencias negativas. Por ejemplo, si leemos los efectos secundarios de un medicamento, tenemos más probabilidades de sufrirlos. En 1998, en una escuela de Tennessee, un profesor notó un olor “como a gasolina”. A partir de aquí empezó a quejarse de dolor de cabeza, náuseas, dificultad para respirar y mareos. La escuela fue evacuada y a la siguiente semana más de cien estudiantes y personal presentaron síntomas similares. Contrariamente a lo esperado, no se encontró explicación médica alguna. Irving Kirsch, de la Universidad de Hull, uno de los mayores expertos sobre este tema, lo interpretó como un efecto nocebo a gran escala.
¿En qué medida envejecer tiene algo de sugestión masiva? Damos por descontado que los mayores tienen más achaques. Compartimos una misma creencia consolidada por los datos. A veces nos encontramos con alguien de 90 años con una memoria impresionante, pero estos casos no hacen tambalear nuestra solidificada certeza porque para nosotros son “excepciones”.
Si partimos de la científicamente probada existencia del efecto placebo y nocebo, esto es, de la influencia de las creencias en nuestro cuerpo, podemos empezar a pensar que nuestras certezas sobre el envejecimiento (pérdida de memoria, audición, flexibilidad…) pueden provocarlo o acelerarlo. La psicóloga Becca Levy y sus colegas estudiaron a un grupo de más de 650 personas de Oxford, a quienes se les pidió que opinaran ante afirmaciones positivas y negativas sobre el envejecimiento. Podían estar de acuerdo o no con ideas como: “Las cosas van a peor a medida que me hago mayor”, “A medida que envejece, uno se siente más inútil”. Más de dos décadas después observaron que aquellos que percibían el envejecimiento de forma más positiva vivieron siete años y medio más de media.
Ellen J. Langer quiso comprobar si sentirte joven o viejo se traduce en cambios físicos. Investigó aspectos que nos pueden hacer sentir con más o menos edad. La edad de los hijos afecta a cómo nos vemos. Estudiaron a mujeres que habían dado a luz a edad tardía, que tuvieron una esperanza de vida más alta. Se planteó la hipótesis de que las personas casadas con otras de más edad se sentirían más viejas y que el hecho de que tu pareja sea más joven te quita años. Los resultados apuntaron que si te sientes más viejo por estar casado con alguien mayor, tienes una esperanza de vida más corta y, al contrario, esta se alarga si tu pareja es más joven.
El paso de los años tiene sus consecuencias, pero nuestras creencias también. Es difícil saber en qué porcentaje contribuye cada uno de estos dos factores en nuestro envejecimiento. Lo que está claro es que nuestras ideas podemos manejarlas. Al sentenciar “estoy perdiendo memoria por la edad”, “mi cuerpo ya no aguanta, es la edad”… nos precipitamos por un gran desnivel. Si atribuimos estos cambios a la edad y no a otros factores, nos abocaremos a la resignación. No hay nada mejor para perder la movilidad, la memoria… que dejar de usarlas.
Hemos de tomar conciencia de que los ancianos que nos rodean tienen mucho que ver con lo que pensamos será nuestra vejez. Así que mejor ampliar los márgenes de nuestras ideas observando a aquellos que creemos excepcionales. Está en nosotros no encajar a los mayores en una estrecha idea de senectud, haciéndoles sentir que sus años pesan. Un eslogan publicitario rezaba: “No pesan los años, pesan los kilos”. Podríamos retocarlo: “No pesan solo los años, también nuestras creencias”.

GATOS ANTI-INFARTO



Según un informe presentado en Nueva Orleans, durante la conferencia internacional de derrames cerebrales de la Asociación Norteamericana de Accidentes Cerebrovasculares, quienes no tienen gato, tendrían un cuarenta por ciento más de posibilidades de morir de un infarto de miocardio que aquellos que sí son dueños del animal.

Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron los resultados de la encuesta nacional de salud y nutrición de Estados Unidos y estudiaron la conducta de más de 4.435 personas entre los treinta y setenta y cinco años y aunque no hay nada ciento por ciento comprobado, los especialistas piden a la población que prueben tener esta animal como mascota ya que nada se pierde con el intento.

Uno de los protagonistas del estudio, Adnan Qureshi, sostiene que: “la gran pregunta es si esto es el efecto directo de tener un gato o es una variable de la gente que los tiene”.

Muchos especialistas aseguran que: “Tener una mascota de compañía puede atenuar las tensiones y tener efectos terapéuticos en el paciente”, afirma el médico uruguayo Juan Carlos Barrios y agrega que “este informe no explica cómo han llegado a esta conclusión, solamente han estudiado a personas que puede ser que coincidían en que eran sanas y tenían gato, pero el resultado dista de tener aspecto científico demostrable”.

El perro no ha sido tomado en cuenta en la investigación. “Los gatos reducen el estrés más que los caninos porque el nivel de independencia del felino es mucho mayor. Casi no piden nada.

A los perros hay que atenderlos, sacarlos a pasear y eso contribuye a aumentar la tensión arterial. El gato no requiere mayores atenciones y como medida anti estrés podría llegar a ser una buena recomendación”,afirma el veterinario argentino Carlos Mendizábal.
Durante años, varios estudios han ido reflejando que el estrés y la ansiedad se relacionan con los eventos cardiovasculares. “Esencialmente existe un beneficio en el alivio de estos factores incitantes suministrado por las mascotas”, explica Qureshi, orgulloso dueño de un felino.

También se sabe que el cariño y el placer que brindan las mascotas acaban con el estrés. De hecho, un estudio realizado en 2005 encontró que una sola visita de doce minutos a un perro mejoraba la función cardíaca y pulmonar de aquellos que padecían afecciones cardíacas.
A diferencia de los fármacos o la cirugía, el tener un gato no parece conllevar ningún riesgo y podría merecer la pena el intento de convivir con él y ver los resultados.

3.4.13

ESPIRITUALIDAD Y CEREBRO


El cerebro está profundamente implicado en las experiencias místicas
Se producen gracias a una red neuronal distribuida por todo el cerebro, según un estudio
Un nuevo estudio realizado por neurocientíficos canadienses ha descubierto que las experiencias místicas se producen gracias a una red neuronal que se encuentra distribuida por todo el cerebro. Un grupo de monjas carmelitas participó en diversas pruebas mientras sus cerebros eran analizados con imágenes de resonancia magnética, poniendo al descubierto la gran cantidad y diversidad de regiones cerebrales implicadas en las experiencias místicas. No existe por tanto una región específica del cerebro para la espiritualidad, pero en cambio se confirma que cualquier cerebro está preparado para vivir experiencias místicas, según los autores de la investigación.
Los neurocientíficos Mario Beauregard y Vicent Paquette, de la universidad de Montreal, en Canadá, han realizado un estudio en el que se ha utilizado la técnica de imágenes de resonancia magnética (fMRI, que permite registrar la actividad cerebral, para identificar los cambios en el cerebro cuando un individuo atraviesa una experiencia mística. El estudio se realizó con la colaboración de monjas carmelitas.

El estudio lo publicó en 2006 la revista Neuroscience Letters, pero Beaugerard acaba de publicar un libro, titulado The Spiritual Brain, en el que desarrolla los resultados de la investigación con las monjas carmelitas y plantea que con sus trabajos ha quedado comprobado que las experiencias místicas pueden ser documentadas y que tienen un origen inmaterial. La revista World Magazine acaba de publicar asimismo una entrevista con Beaugerard y la coautora del libro, la periodista Denyse O'Leary.

Durante la investigación, se midió la actividad cerebral de un grupo de monjas de la orden de las Carmelitas cuando éstas se sentían en un estado subjetivo de unión con Dios. Se descubrió así que la experiencia implicaba diversas partes del cerebro, como la corteza orbitofrontal central, el lado derecho de la corteza temporal media, los lóbulos parietales inferior y superior derechos, la corteza izquierda prefrontal media o la corteza cingulada anterior izquierda, entre otras.

Según informa al respecto Scientific American en su edición del 3 de octubre, de este estudio se desprende que los estados místicos profundos, o la experiencia religiosa, implican una amplia gama de regiones cerebrales, más de las que anteriores estudios habían establecido.

La investigación tenía como principal objetivo verificar una hipótesis formulada en la Universidad de California en San Diego hace una década, conocida como "punto de Dios". Esta hipótesis situaba la experiencia mística en el lóbulo temporal y se basa en el estudio de numerosos enfermos de epilepsia del lóbulo temporal, que con frecuencia relatan experiencias místicas.

Según la investigación de Beaugerard, sin embargo, el "punto de Dios" no existe en el cerebro, ya que cuando una persona vive una experiencia mística, todo su cerebro se ve implicado, señala Nature, si bien queda de manifiesto que el cerebro tiene la capacidad de vivir experiencias místicas y que por tanto cualquier persona, independientemente de si comparta o no una fe religiosa, es susceptible de vivir estas experiencias.

Para definir las funciones cerebrales implicadas en la experiencia mística fueron analizados los cerebros de 15 monjas carmelitas durante tres estados mentales diferentes. En dos de ellos, las monjas debían cerrar los ojos y recordar una experiencia social intensa. En un tercero, debían revivir una experiencia intensa de relación con Dios que hubieran tenido anteriormente.

Durante el experimento, fueron recogidas imágenes de resonancia magnética de cortes transversales del cerebro cada tres segundos, y del cerebro completo cada dos minutos. Una vez registrada la actividad cerebral, los científicos compararon los patrones de activación en las distintas situaciones (el recuerdo social y el místico), descubriendo las áreas del cerebro que se activaban con más fuerza durante la experiencia mística que en los otros casos.

Todo el cerebro implicado

De esta forma descubrieron que la memoria espiritual vigoriza varias regiones cerebrales durante estos recuerdos, como el núcleo caudado, que es la región del centro del cerebro relacionada con el aprendizaje, la memoria o el enamoramiento (de ahí, tal vez, la sensación de amor incondicional a la que aluden los místicos).

También descubrieron otra zona cerebral activada, la corteza insular o ínsula, vinculada a las emociones y a los sentimientos, y que podría estar en el origen de las emociones agradables que suelen asociarse a las conexiones con lo divino.

Por último constataron que también se activó el lóbulo parietal del cerebro (relacionado con la conciencia espacial), lo que podría explicar la sensación de hallarse inmerso en algo mucho mayor que nosotros mismos típica de este tipo de experiencias.

Según los investigadores, la cantidad (una docena) y diversidad de regiones cerebrales implicadas apunta a que el fenómeno de la espiritualidad es altamente complejo en el ser humano. De hecho, estos estados se producen gracias a una red neuronal que se encuentra distribuida por todo el cerebro, asegura Beauregard.

Beauregard explica sobre los resultados de su investigación que anteriores estudios neurológicos se han centrado en la relación entre la meditación y la oración, pero no sobre la experiencia mística en sí misma, por lo que eligieron a las monjas carmelitas contemplativas debido a su tradición mística. Los estudios neurológicos anteriores sobre estos procesos se han desarrollado con monjes budistas, practicantes de la meditación, y franciscanos, practicantes de la oración, por lo que la investigación de Beaugerard constituye un desarrollo de las investigaciones anteriores.

El interés por definir el papel del cerebro en la experiencia mística ha ido aumentando con la llegada de nuevas tecnologías de medición de la actividad de las neuronas. Conocer lo que sucede durante la oración o la meditación o durante episodios inspirados de fervor religioso a nivel neuronal podría ayudar, señalan los científicos, a inducir este tipo de experiencias de manera artificial, dado el efecto positivo que parecen tener en el ser humano.

Por otro lado, a los científicos les resulta importante comprender mejor las bases neuronales de un fenómeno que ha jugado siempre un papel central en todas las culturas y tiempos, de la misma forma que les interesa conocer las bases neuronales de la emoción, la memoria o el lenguaje.

Tal y como explica Mario Toboso en otro artículo de Tendencias21, el descubrimiento de las facultades espirituales en el cerebro ha suscitado todo un debate científico. Mediante modernos sistemas de análisis de imágenes cerebrales se han ido identificando en laboratorio las regiones del cerebro que incrementan o disminuyen su actividad en las experiencias religiosas.

Se han realizado asimismo estudios que implicaban ejercicios de meditación profunda, basada en el uso de imágenes mentales, o de oraciones, dando lugar a una nueva ciencia denominada neuroteología, que estudia la neurología del sentimiento religioso y de la espiritualidad.

Voluntarios de diversas confesiones religiosas han sido analizados en sus momentos de meditación, en investigaciones realizadas por especialistas como James Austin (del Instituto Tecnológico de Massachussets oAndrew Newberg y Eugene D'Aquili, de la Universidad de Pennsylvania.

Capacidad trascendente del cerebro

Estos últimos descubrieron por ejemplo que, en el estado de meditación profunda, se desactivan regiones del cerebro reguladoras de la construcción de la propia identidad, lo que permite que el sujeto pierda durante su práctica el sentido del propio yo individual, que establece la frontera entre él mismo y todo lo demás, y se sienta así integrado en una totalidad única transcendente.

Asimismo, las imágenes cerebrales obtenidas por medio de la tomografía computerizada por emisión de un solo fotón (SPECT), sobre voluntarios en meditación, han revelado una actividad inusual de la región prefrontal dorsolateral y un decaimiento de la actividad del área de orientación del lóbulo parietal, que procesa la información sobre el espacio y la ubicación del cuerpo en el mismo: determina dónde termina el propio cuerpo y comienza el espacio exterior.

En conclusión, de este conjunto de investigaciones, que todavía no pueden considerarse concluyentes, se desprende que el cerebro alberga la capacidad de conectar con una realidad que transciende la de los objetos, tanto físicos como mentales, percibida habitualmente, lo que confirma una experiencia común descrita por las diferentes tradiciones religiosas.

Al mismo tiempo, estas investigaciones ponen de manifiesto únicamente lo que realmente podemos saber, es decir, las reacciones cerebrales ante determinadas experiencias, pero en ningún caso pretenden establecer el carácter espiritual o místico de estas experiencias, ni mucho menos explicar o demostrar una realidad trascendente más allá de la percibida ordinariamente. 

1.4.13

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Taller de DANZA VITAL con Patricia Martello
Desarrollo Vital es un novedoso sistema vivencia que incorpora la música, el movimiento para
potenciar la alegría de vivir, el coraje, la autoestima, la pasión, el deseo espiritual de ser tú mismo y
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vivir la paz, la felicidad y la belleza que nace del acto de amar la vida desde el verdadero ser
esencial.
Patricia Martello es la Directora de las escuelas de Desarrollo
Vital en Londres y Brighton en el Reino Unido, Holanda,
Amsterdam y en Tokio. Ha sido pionera en introducir la
Biodanza en los EEUU, Holanda, Finlandia, Eslovenia,
Bélgica,Francia,Grecia,Dinamarca,Japón, Tailandia y
Sudáfrica. Se inició en la Biodanza de la mano de Rolando
Toro Araneda (creador de la Biodanza) y Mirta Schinini. Su
afán por la búsqueda de los efectos en el alma humana le
llevó a investigar otras técnicas como el chamanismo,
constelaciones familiares, psicomagia,método Feldenkrais,
tanta, teatro, psicología y otras más…. Y después de 30 años
de trabajos, estudios y trainings creo el Movimiento
Desarrollo Vital.
PROGRAMA DEL CURSO
Sábado 27 Y Domingo 28 de Abril
(Hora de comienzo del curso a las 11 horas. Sábado doble sesión: mañana y tarde; Domingo sesión de
mañana)
Precio: 80 €
Lugar: Asociación cultural veinte sentados y treinta y ocho de pie.
C/ Vicente Camarón n 37, bajo nave. Metros cercanos: Alto de Extremadura y Lucero.
líneas autobuses:65,34,31,36.
Para reservar plaza: hacer un ingreso de 20€ al número de cuenta BBVA:0182 3191 85 0201592654.
Es muy importante indicar en el ingreso de la transferencia: tus apellidos,nombre y curso Patricia.
Enviar un Mail de confirmación de reserva a: 20sentadosy38depie@gmail.com
En caso de necesidad o duda llamar al: 653 03 77 74