23.7.14

VIH "INTELIGENTE"

Un grupo de científicos ha logrado desalojar el VIH de las células en las que se refugia cuando los pacientes son tratados con antirretrovirales, un nuevo avance en la lucha contra la enfermedad presentado este martes en la conferencia internacional de Melbourne en Australia relacionada con este padecimiento.
Este experimento, llevado a cabo con seis voluntarios, tiene el objetivo de desalojar y eliminar (kick and kill) el virus, una de las estrategias probadas por los científicos para encontrar un medicamento.
Tomar antirretrovirales reduce la cantidad de virus en la sangre a niveles indetectables y permite a los pacientes llevar una vida casi normal. Sin embargo, estos medicamentos deben tomarse todos los días, son caros y tienen efectos secundarios.
Si se dejan de tomar, el virus rebrota en apenas unas semanas y vuelve a infectar a las células inmunes, lo que hace al paciente vulnerable a muchos microbios, algunos mortales.
Por ello los científicos intentan, desde hace tres años, desalojar al virus de su refugio y matar a las células en las que se esconde cuando el paciente está bajo antirretrovirales.
En la Conferencia Mundial sobre el sida en Melbourne, un grupo de investigadores de la Universidad de Aarhus en Dinamarca presentó sus conclusiones. Seis pacientes tratados con antirretrovirales tomaron también Romidepsin, un anticancerígeno que hace que aumente entre 2.1 y 3.9 veces la cantidad del virus en la sangre.
En cinco de los seis pacientes, el virus se volvió entonces localizable.
Los investigadores tendrán ahora que determinar si todos los virus escondidos fueron "revelados" y encontrar una manera de matar a las células refugio, donde el virus se multiplica apenas se deja de tomar los antirretrovirales.
"Hemos demostrado que con Romidepsin, podemos activar un virus que hiberna", declaró Ole Schmeltz Sogaard, jefe del equipo de investigadores.
"Es un paso hacia la dirección correcta pero el camino es aún largo y los obstáculos son numerosos antes de que podamos hablar de una cura del sida", añadió.
Destruir las células refugio
Cuando va a la sangre, el virus "reactivado" deja una marca en el exterior de las células inmunes infectadas CD4 que puede ser observada con un microscopio.
Los científicos esperan que esta marca, similar a las huellas dactilares, pueda ser rastreada por las células T (linfocitos T), que combaten las infecciones.
El equipo de científicos desea combinar el Romidepsin, que "despierta" al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), con una vacuna llamada vacc-4x, para incitar a las células T a identificar y luego destruir las células en las que se refugia el virus.
Los seis voluntarios del experimento no sufrieron efectos secundarios importantes al tomar Romidepsin, y este medicamento anticancerígeno no interfirió con los efectos del tratamiento con antirretrovirales.
La Conferencia Internacional sobre el sida, que reúne cada dos años a especialistas de todo el mundo, estuvo marcada unos días antes de su apertura por la decepción en el caso de la "niña de Mississippi".
Se trata de una niña estadounidense nacida con VIH de una madre infectada y que no había sido tratada. La pequeña había recibido al nacer fuertes dosis de medicamentos durante 18 meses, antes de que los médicos perdiesen el rastro del virus.
Cinco meses más tarde, los médicos no lograron hallar rastros del virus, un descubrimiento asombroso, ya que el VIH invariablemente aumenta menos de un mes después de que se detenga el tratamiento.

Sin embargo hace unos días se descubrió que tras vivir 27 meses sin VIH ni medicamentos, el virus había vuelto a aparecer.

PERROS Y CELOS

La mayoría de los dueños de perros no dudarían en afirmar que su mascota siente celos. No es nada raro. Incluso Charles Darwin lo pensaba. Pero algunos científicos discutirán que semejante sentimiento requiere de un pensamiento complejo y algunos incluso mantendrán que se trata de una construcción social, ya que no aparece en todas las culturas humanas y no parece estar «grabado» en nuestro cerebro de la misma forma que el miedo o el enfado.
Christine Harris, profesora de psicología de la Universidad de California en San Diego cree, por el contrario, que puede existir una forma básica de celos, que evolucionó para proteger los vínculos sociales de los intrusos. Y esa forma básica puede encontrarse en otras especies sociales, como los perros. Harris y su equipo lo han comprobado con un experimento, el primero de su clase, muy similar al que se utiliza para identificar los celos en los niños de 6 meses.
Un total de 36 perros fueron grabados en sus hogares con una cámara mientras sus dueños les ignoraban e interactuaban con tres objetos diferentes: un perro de peluche de una apariencia muy realistaque incluso ladraba y gemía, una cubeta y un libro. En los dos primeros casos, los dueños debían tratar al peluche y a la cubeta como si se tratara de un perro de verdad, hablándole y acariciándole. En el tercer escenario, leían en alto un libro del que de forma inesperada salían melodías. Los científicos descubrieron que los perros exhibían un comportamiento de celos, como mordisquear, interponerse entre el dueño y el objeto, y empujar o tocar al objeto o al dueño, cuando los dueños se mostraban cariñosos hacia lo que parecía ser otro perro.
«Nuestro estudio sugiere no solo que los perros realizan lo que parecen ser conductas de celos, sino también que estaban tratando de romper la conexión entre el propietario y un rival aparente», dice Harris en PLOS ONE. «En realidad, no podemos hablar de las experiencias subjetivas de los perros, por supuesto, pero parece como si estuvieran motivados para proteger una relación social importante».
Ladrar al «otro» perro
Los perros eran dos veces más propensos a empujar o tocar al propietario cuando este estaba interactuando con el perro de imitación (78%), que cuando el dueño hacía caso a la cubeta (42%) o al libro (22%). Alrededor del 30% de los perros también trató de interponerse entre su propietario y el animal de peluche. Y mientras que el 25% ladró al «otro perro», solo uno lo hizo al cubo y al libro.
Pero, ¿creían los perros que el animal de peluche era un rival real? Harris cree que su agresividad sugiere que, en efecto, lo creían. También cita como evidencia adicional que el 86% de los perros olfateó la parte trasera del can de juguete durante el experimento.
Según la investigadora, la mayoría de las investigaciones sobre los celos humanos se hacen en la pareja. Pero muchas veces este sentimiento se produce entre hermanos, amigos e incluso compañeros de trabajo cercanos. Además, los primeros signos de celos humanos se observan en bebés y niños pequeños, lo que sugiere que la emoción puede haber evolucionado a partir de los hermanos que compiten por los recursos que pueden proporcionar los padres, como alimento, cuidados y afecto, por lo que naceríamos «programados» para ello.
La angustia ante un rival
Entender los celos es importante, escriben los investigadores, debido a que es una emoción con grandes consecuencias psicológicas y sociales. Por ejemplo, a menudo aparece como la tercera causa de homicidio no accidental.

«Mucha gente ha asumido que los celos son una construcción social de los seres humanos, o que es una emoción específica ligada a las relaciones sexuales y románticas», dice Harris. «Nuestros resultados desafían estas ideas, mostrando que los animales, además de nosotros mismos, muestran una fuerte angustia cada vez que un rival usurpa el afecto de un ser querido».

FRAUDE Y CELULAS MADRE

La prestigiosa revista científica Nature se ha retractado de haber publicado en enero dos artículos sobre una investigación sobre células madre realizada por el Instituto Riken de Japón después de que posteriormente se haya desvelado que parte del trabajo era inventado.
Cuando se publicó, el hallazgo de la investigadora japonesa Haruko Obokata fue celebrado en el ámbito científico, ya que habían descrito un nuevo mecanismo para reprogramar células madre adultas para devolverlas a un estado similar al embrionario para poder así transformarse en cualquier tejido. Como explica el editorial que publica esta semana Nature, los trabajos parecían demostrar que "una perturbación física podía hacer lo que antes se había logrado sólo mediante la manipulación genética: transformar células adultas en células madre pluripotentes capaces de diferenciarse en casi cualquier otro tipo de célula". Un hallazgo que, por su relevancia, "se hizo inmediatamente famoso".
Sin embargo, el trabajo fue investigado posteriormente por el centro al considerar que se habían producido "algunos errores de mala conducta" en los datos e imágenes publicados. De hecho, aunque en principio la investigadora había defendido la veracidad de su trabajo, el pasado mes de junio aceptó que se retiraran ambos artículos.
La revista ha confirmado este miércoles la retirada de ambos artículos, alegando que hay "varios errores graves que perjudican la credibilidad del estudio en su conjunto".
Los editores de Nature reconocen que para ellos es muy complicado identificar errores en la publicación de datos ya que "exigiría un esfuerzo editorial desproporcionado", mientras que la manipulación de imágenes, que también se produjo en esta ocasión, "es más fácil de detectar". Hace más de dos años que en "Nature se viene hablando de los problemas que pueden surgir en el análisis y la publicación de los resultados de la investigación médica", asumen los editores. Problemas, agregan, que han derivado "en un incremento en el número de correciones reportadas en las revistas científicas en los últimos años".
En cualquier caso, han admitido que están revisando sus requisitos para la publicación de artículos científicos para garantizar su veracidad. "Daremos a conocer nuestras nuevas políticas cuando se haya completado la revisión", anuncia el editorial de la revista.
No obstante, aunque Nature se ha retractado de los artículos 'fraude', estos seguirán estando accesibles a través de la página web, por supuesto con la aclaración pertinente. "En nuestra opinión, eliminarlos supone un intento de reescribir la historia. Mantenerlos ayuda a aprender de episodios de este tipo", asegura el editorial de la revista.

Según apunta el editorial, ayudaría bastante contar con más personal en la sección de verificación y más asesores estadísticos. Es importante aunar esfuerzos para garantizar la calidad de las investigaciones publicadas. "Tenemos que demostrar a los gobiernos su inversión en investigación no se malgasta" y, por otro lado,debemos mantener la confianza de los ciudadanos y convencerlos de que la ciencia no les ha traicionado".

EL BICHO INMUNE AL CANCER

Hoy, un equipo de investigadores de EEUU explica por fin por qué este animal es inmune al cáncer. Es gracias a una sustancia llamada ácido hialurónico y que es bien conocida por los humanos, pues ya se usa, por ejemplo, para borrar los efectos del paso del tiempo con inyecciones que corrigen las arrugas. La clave, dicen, es que el ratopín aprovecha esta sustancia mucho mejor que el resto de mamíferos, “hasta los límites de lo posible”.
“Este animal nos va a enseñar cómo ser inmunes al cáncer”, asegura a Materia Andrei Seluanov,investigador de la Universidad de Rochester (EEUU) y coautor del estudio que describe enNature el nuevo hallazgo. El ratopín ya nos había enseñado muchas otras cosas. ElHeterocephalus glaber es el único mamífero que vive como los insectos sociales, con una reina todopoderosa a la que sirven obreros y soldados que no dudarían en matar a cualquier ratopín ajeno a la colonia. Además de su sorprendente longevidad y ausencia de cáncer, este animal es también insensible al dolor que causa el ácido en la piel.
Aplicación en humanos
“Mis estudiantes dicen que es como una salchicha con dientes”, bromea Seluanov.  Este investigador ruso lleva estudiando a estos roedores desde hace casi una década. Los animales corretean en su laboratorio de urna a urna a través de túneles mantenidos a la temperatura y humedad exactas del subsuelo africano: 32 grados. Los datos acumulados por otros equipos, basados en el estudio de 1.500 ratopines durante 25 años, indican que sólo uno desarrolló cáncer, explica Seluanov. Es algo nunca visto. “El 95% de los ratones de laboratorio desarrollan cáncer y, en libertad, la tasa es del 75% porque los roedores son especialmente vulnerables a esta enfermedad”. Por eso el el ratopín, o rata topo calva, que vive 10 veces más que los ratones convencionales y no tiene cáncer, es un animal extraordinario.
“Mis estudiantes dicen que es como una salchicha con dientes”
Seluanov, junto a investigadores en China e Israel, ha encontrado por fin el compuesto responsable de la inmunidad de este animal a los tumores que acorralan al resto de mamíferos. Se trata de una sustancia viscosa que aisló en su laboratorio y que se conoce como ácido hialurónico. Es una cadena con átomos de carbono e hidrógeno que producen la mayoría de las células del cuerpo y que ayuda, entre otras cosas, a controlar el crecimiento de los órganos hasta su tamaño adecuado. Al contrario que el ácido hialurónico que producen los ratones y los humanos, la variante del ratopín es una cadena mucho más grande y larga. El gran tamaño de esta molécula es fundamental para conferir protección ante el cáncer”, explica Seluanov.
Hasta ahora se sabía que esa sustancia viscosa era la responsable de darle al ratopín la prodigiosa elasticidad de su piel para reptar por los túneles. Ahora, Seluanov demuestra que la misma molécula es también responsable de bloquear el desarrollo de tumores. El estudio muestra que si se elimina el ácido hialurónico de ratopín, las células comienzan a dividirse sin control generando tumores.
“Estoy bastante seguro de que encontraremos la forma de aplicar este descubrimiento para tratar el cáncer en humanos”
Una vez desvelado el secreto del ratopín, queda por ver si se puede aplicar para lograr que los humanos vivan más de 100 años sin cáncer. Es algo que llevará mucho tiempo, aunque hay ventajas, como por ejemplo que el ácido hialurónico ya se usa en tratamientos. “La variante de esta sustancia producida en células evita, por ejemplo, que los huesos de la rodilla rocen unos con otros y ya se usa en pacientes con artritis”, explica Seluanov. “El compuesto también es un sustituto del botox y se inyecta bajo la piel para quitar las arrugas”, añade. Ahora su equipo va a crear ratones transgénicos que producirán ácido hialurónico de ratopín. Si todo va bien, después habría que probar si también funciona en células humanas y buscar dianas terapéuticas para aumentar la producción de este ácido. “Estoy bastante seguro de que encontraremos la forma de aplicar este descubrimiento para tratar el cáncer en humanos”, asegura Seluanov.
“Es un trabajo muy interesante, como todos los estudios previos realizados en este modelo animal”, opina Carlos López-Otín, bioquímico de la Universidad de Oviedo y experto en la investigación de las claves del envejecimiento, en su caso basado enenfermedades humanas de senectud prematura. Su equipo, explica, quiso participar en lasecuenciación del genoma de este roedor, aunque al final no lo logró y fueron otros equipos los que lo hicieron en 2011. “Se abre ahora un camino largo pero muy interesante hacia la validación en otras especies, incluso en humanos, de la idea de que la modulación de la ruta bioquímica del ácido hialurónico puede tener efectos semejantes a los observados en este atípico y extraordinario roedor”, señala.


'Ácido hialurónico, de los cosméticos al cáncer'
En este trabajo se describe que los ratopines rasurados tienen unos niveles anormalmente altos de un componente habitual de la matriz extracelular, concretamente el ácido hialurónico polimerizado, que es una especie de malla flexible y resistente que fabrican las células de todos los tejidos a su alrededor. El ratopín rasurado es un pequeño mamífero subterráneo que no tiene pelo y, por lo tanto, al faltarle esta protección de la piel, no es raro que haya desarrollado como adaptación una piel excepcionalmente flexible y resistente a la abrasión. Es decir, se trata de una adaptación evolutiva que sustituye la falta de pelo por una piel extra-resistente. En este sentido, es importante recordar que el ácido hialurónico es, junto con el colágeno, el componente más importante de muchos cosméticos que mejoran la elasticidad de la piel y se usa en las inyecciones tópicas para eliminar arrugas.
Más inesperada es la observación de que el exceso de ácido hialurónico polimerizado parece ser el responsable de que el ratopín rasurado y sus células sean también excepcionalmente resistentes al cáncer. La relación entre el ácido hialurónico y el cáncer es muy compleja. Hay muchos estudios en los que las células cancerosas se benefician de tener una rica malla de ácido hialurónico a su alrededor, pero también hay estudios, aunque menos, que dicen lo contrario. Es muy posible que los efectos dependan de muchas otras variables, como el componente inflamatorio, que también es sensible al ácido hialurónico y que puede tener un efecto positivo o negativo sobre el cáncer. En resumen, se lleva muchos años trabajando sobre cómo tratar el cáncer a través del ácido hialurónico, tanto destruyéndolo como reforzándolo, y todo este esfuerzo aún no ha dado frutos claros. El trabajo que ahora se publica en Nature sobre el ratopín rasurado sin duda reactivará el interés en la conexión entre ácido hialurónico y el cáncer.

Manuel Serrano, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas en el grupo de supresión tumoral