Los restos de ADN neandertal en los humanos modernos
están asociados con genes que afectan a la diabetes tipo 2, la enfermedad de
Crohn, el lupus, la cirrosis biliar y el hábito tabáquico, además de
concentrarse en los genes que influyen en las características de la piel y del
pelo. Al mismo tiempo, el genoma del neandertal es visiblemente bajo en las
regiones del cromosoma X y los genes específicos de los testículos.
Así lo revela una investigación dirigida por los
genetistas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard publicada enNature,
que sugiere formas en las que el material genético heredado de los neandertales
ha demostrado su adaptación o no en los humanos modernos. «Ahora que se puede
estimar la probabilidad de que una variante genética particular surgió de los
neandertales, podemos empezar a entender cómo el ADN heredado nos afecta»,
resalta David Reich, profesor de genética y autor principal del artículo. La
parte de ADN neandertal que aún mantienen los humanos actuales es lo que les
ayudó a adaptarse al frío.
Los estudios científicos han revelado que las personas
de ascendencia no africana tienen herencia neandertal en alrededor del 2 % de
su genoma, un legado del mestizaje entre los humanos y la especie extinta que
se produjo hace entre hace 40.000 y 80.000 años.
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